Los modelos de economía colaborativa están utilizando activos de consumo infrautilizados de forma más intensiva a través de préstamos o agrupaciones. Por lo general, los productos son de propiedad conjunta (por ejemplo, herramientas) o de acceso conjunto (por ejemplo, uso compartido de vehículos) por parte de varias personas. La suficiencia, la extensión de la vida útil del producto y el consumo colaborativo son los conceptos básicos de la economía colaborativa. 

¿Qué es la economía colaborativa?

Los modelos de intercambio, la economía de intercambio o los modelos de plataforma de intercambio implican un uso más intensivo de los activos de los consumidores infrautilizados ( Lacy & Rutqvist, 2015 ). Este “consumo colaborativo” ( Rizos et al., 2017 ) se puede realizar mediante préstamos o mancomunación y se puede categorizar en dos subtipos: copropiedad y co-acceso. Los alojamientos, los vehículos, la ropa y las herramientas son algunos ejemplos de productos que no se utilizan durante gran parte de su vida útil. Hoy en día, estos modelos de intercambio se facilitan a través de plataformas y tecnología digital (por ejemplo, Airbnb en el mercado de la vivienda) ( OCDE, 2019 ).

¿En qué contexto son útiles las plataformas para compartir?

La variante de copropiedad de los modelos de intercambio implica el préstamo de bienes físicos, porque son intensivos en capital, se utilizan con poca frecuencia o tienen una tasa de propiedad baja. También deben ser fáciles de transportar y duraderos. Los modelos de copropiedad son especialmente útiles en las zonas urbanas, que se caracterizan por una alta densidad de población. La variante de co-acceso de los modelos de uso compartido implica permitir que otros participen en una actividad que habría tenido lugar de todos modos (por ejemplo, compartir asientos vacantes como parte del uso compartido del automóvil, como Blablacar) ( OCDE, 2019 ).

¿Qué es importante tener en cuenta al crear una plataforma de intercambio para su empresa?  Los propietarios de plataformas generalmente pueden generar un pequeño margen en cada transacción relacionada y el costo de inversión inicial requerido para lanzar una plataforma en línea es mucho menor que el de un proveedor tradicional. Otra ventaja son los pequeños costos operativos y el importante potencial de ampliación ( OCDE, 2019 ). Sin embargo, se deben considerar las diferentes necesidades y preferencias generacionales al configurar estas plataformas de intercambio ( Kumar et al., 2018 ). Diferenciar aún más los diferentes modelos de plataformas de intercambio: modelos de transacciones singulares (por ejemplo, de segunda mano), modelos basados ​​en suscripción (por ejemplo, cajas de verduras), plataformas ilimitadas (por ejemplo, Wikipedia), plataformas basadas en comisiones (por ejemplo, Ebay) (Ritter y Schanz, 2019 ).